Añoranzas de 'Triana' y Jesús de la Rosa

Este mes se cumplen 32 años del fallecimiento en accidente de automóvil de Jesús de la Rosa, cuando regresaba de un concierto benéfico por unas inundaciones en el País Vasco. Quizá ese nombre no les diga nada, pero si les comento que era el alma mater del mítico grupo 'Triana' seguro que ya ubican a este gran artista y compositor. Lo cierto es que cuando yo era niño en un barrio del extrarradio de Sevilla, él, vecino de los voladizos, era para nosotros un gran mito. 'Triana' mezcló el rock sinfónico, el pop y el cante jondo para lograr un sonido único, personal, lleno de misterio, en una España que comenzaba a salir de un letargo creativo y descubría la democracia, para bien y para mal. Surgieron muchos grupos en un movimiento llamado rock andaluz, pero 'Triana'... 'Triana' era otra cosa. Fueron pioneros del disco conceptual, innovadores utilizando sintetizadores y guitarras flamencas, y una temática en la que predomina una visión triste de la vida que conecta con el más puro blues de norteamérica. Nosotros, unos críos por entonces, esperamos a la puerta de la iglesia del barrio donde se ofició un responso. Escuchamos a lo lejos en el órgano los acordes de Abre la puerta niña . Es un recuerdo infantil que tengo grabado en mi memoria. No ha habido después continuidad para los grupos del rock andaluz y en la actualidad solo Alameda y Medina Azahara siguen dando conciertos. La muerte de Jesús de la Rosa, aplastado por sus propios pianos, fue una gran pérdida y estremece el estribillo de su última canción, sin duda premonitoria: Ahora siento que llegó el día, que tengo ganas de vivir...