miércoles, 3 de febrero de 2016

Las lágrimas de Isabel Mijares

La Feria Internacional del Turismo tiene su intrahistoria, sus pequeñas anécdotas que no trascienden a la avalancha de ruedas de prensa e informaciones regladas. En la última presentación de Mérida como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica --la tercera en Madrid la semana pasada-- el alcalde Antonio Rodríguez anunció durante su alocución que pediría que Isabel Mijares fuera nombrada hija adoptiva de la ciudad. Y en medio de esa encorsetada liturgia de intervenciones la enóloga comenzó a llorar y hubo que acercarle un pañuelo. Y es que en Fitur, aunque todo está programado convenientemente, siempre hay un momento para lo sorprendente y para visitas al estand extremeño más o menos inesperadas, como las de Pedro Sánchez o Patxi López , aunque cada vez más respondan a una estrategia comunicativa dada la aglomeración de cámaras y periodistas. Otra anécdota fue protagonizada por el carnavalero de la Falcap que se colocó junto al alcalde pacense en la rueda de prensa. Un mozo más largo que un día sin pan y que con plumas de pavo real en la cabeza hacía parecer aún más diminutos a los intervinientes. Incluso Fragoso se revolvió, le miró e hizo guasa con el asunto . Todos los municipios tienen algo que contar en Fitur. Más de cuarenta presentaciones ha acogido la sala de prensa. Todos los alcaldes quieren su momento de gloria en Madrid, aunque a veces pienso que los profesionales nos saturamos con tantos datos en tan poco tiempo. Y sin duda 43 ruedas de prensa no son suficientes para describir lo hermosa que es Extremadura, lo que sucede es que en ocasiones hay algo de reiterativo, de ruido de fondo, que no deja apreciar lo que es novedoso de verdad. Al final, lo único que mi memoria retendrá de Fitur 2016 son las lágrimas de Isabel Mijares que no se perderán en la lluvia tenue de mis recuerdos matritenses. Refrán: No hay mayor demostración de amor que una lágrima sincera.

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