Lupe --yo la llamaba así-- bailaba siempre hasta el amanecer mientras Manolo García cantaba Como un burro amarrado a la puerta del baile . Entonces yo me quedaba sin argumentos y caía en sus brazos. Lupe olía a sándalo, a té verde, a la piel de la madrugada desnuda, ésa que se quita capa a capa y te deja ante tí solo al ser humano. Por eso era mágica. A su lado la vida se llenaba de música y de ojazos negros que flotaban a mi alrededor como palomas peregrinas. Yo había preparado la cita desde hacía tiempo: Velas, aceites olorosos y un menú afrodisíaco preparado por mí serían los cómplices de la noche. Nada quedaría al azar en la velada perfecta para el amor. Sin embargo, un trabajo de última hora hizo que me retrasara dos horas a la cita. Lupe era demasiado ´hippy´ para tener teléfono móvil, así que no pude localizarla. Cuando, ya bien entrada la noche, llamé al portero automático de su piso, su compañera me dijo que se había ido, enfadada, a dar un paseo por la ciudad. Y aunque hubo otras placenteras noches con Lupe siempre siento todos los 14-F que tengo algo pendiente. Refrán: No dejes para mañana lo que puedas hacer ahora mismo.
Artículos publicados en EL PERIÓDICO EXTREMADURA todos los martes, en su contraportada.
martes, 27 de marzo de 2007
LUPE Y LA DEUDA PENDIENTE CADA 14-F
Lupe --yo la llamaba así-- bailaba siempre hasta el amanecer mientras Manolo García cantaba Como un burro amarrado a la puerta del baile . Entonces yo me quedaba sin argumentos y caía en sus brazos. Lupe olía a sándalo, a té verde, a la piel de la madrugada desnuda, ésa que se quita capa a capa y te deja ante tí solo al ser humano. Por eso era mágica. A su lado la vida se llenaba de música y de ojazos negros que flotaban a mi alrededor como palomas peregrinas. Yo había preparado la cita desde hacía tiempo: Velas, aceites olorosos y un menú afrodisíaco preparado por mí serían los cómplices de la noche. Nada quedaría al azar en la velada perfecta para el amor. Sin embargo, un trabajo de última hora hizo que me retrasara dos horas a la cita. Lupe era demasiado ´hippy´ para tener teléfono móvil, así que no pude localizarla. Cuando, ya bien entrada la noche, llamé al portero automático de su piso, su compañera me dijo que se había ido, enfadada, a dar un paseo por la ciudad. Y aunque hubo otras placenteras noches con Lupe siempre siento todos los 14-F que tengo algo pendiente. Refrán: No dejes para mañana lo que puedas hacer ahora mismo.
martes, 20 de marzo de 2007
EL CACEREÑO Y LOS 7 PECADOS CAPITALES
Releer el libro de Fernando Díaz-Plaja El español y los 7 pecados capitales siempre es una delicia, porque a pesar del tiempo transcurrido desde su publicación no ha dejado de tener vigencia. Aunque el catecismo de Ripalda sea para algunos un incunable y la idea de pecado haya desaparecido de la sociedad, no es menos cierto que la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza no dejan de ser malos ejemplos a seguir, aunque no se sea creyente. Además, en esta sociedad cacereña pueden transportarse muchas de las situaciones de ese libro.
La soberbia parece que es el pecado más extendido entre los españoles. Los cacereños no estamos a la zaga. ¿Quieren que ponga ejemplos? Solo hay que alzar la cabeza o fijarse en los protocolos de muchos actos públicos, en los puestos de honor de los banquetes y en la parafernalia que se masca en recepciones oficiales. Aunque creo que la envidia como tristeza por el bien ajeno es uno de los pecados más habituales en el día a día. En esta ciudad es muy dificil encontrar a alguien que se alegre de los éxitos de los demás. Seguro que en la mente del lector ya están surgiendo algunos paralelismos. Los del mundo de la cultura son especialmente sangrantes. Recuerdo un pasaje del libro en el que un rey le ofrecía a un vasallo un regalo, con la condición de que a otro vasallo le daría el doble. El súbdito pidió que le sacaran un ojo y le quitaran una pierna. ¿Para qué? Pues para que a su envidiado colega le dejaran ciego y sin poder andar. Refrán: No me seas pecador y ama a tu deudor.
martes, 13 de marzo de 2007
ES CAPRICHOSO EL AZAR, YA LO DICE SERRAT
Y hoy, martes y 13, me pregunto por qué es tan caprichoso el azar, como dice Serrat en una canción. Por qué los besos se dibujan en la última mirada de una tarde de domingo cualquiera, por qué cerrabas los ojos al besarme buscando la ternura de lo interminable, más allá de la vida y la suerte de los hombres de este mundo.
Había consultado los astros. Y no aparecías. Había echado las cartas y no estabas en sus dibujos antiguos. Dormías en una tarde de febrero, en la que --es extraño-- hacía mucho calor. Fue una señal. Y no hubo que presentar referencias o certificados de buena conducta, ni fue necesaria la aprobación de los demás; solo el amor, que habitaba como un niño dormido en aquella cama que ya era nuestra, la de todos los amantes de la Tierra.
Había salido a buscarte entre la niebla y te esperé. Planté un árbol y te esperé. Cambié de casa y te esperé. Y llegó el invierno y, cansado de esperar y de cantar, me desesperé. Y estabas allí, de casualidad, por azar, en la esquina del bar, con tus gafas de pasta de moda, el fular morado y el corazón sereno. Nada hacía presagiar la gran tormenta de besos de después. Refrán: Es caprichoso el azar, ya lo dice Serrat .
martes, 6 de marzo de 2007
SAN PANCRACIOS, CUKINHO Y LA CULTURA
