jueves, 28 de diciembre de 2006

DE PROFESIóN, MENTALISTA

Cuando era niño me fascinó Uri Geller en la tele. Aquel israelí ponía en marcha relojes, doblaba cucharas y hacía toda suerte de prodigios. Y lo que es más, lograba que la gente los hiciera en casa.
--Niño, que para doblar la cuchara con el pensamiento no vale la llave inglesa...
Ahora lamento profundamente no haber seguido sus pasos. Me hubiera cubierto de más oro que el tesoro de Aliseda. ¿Cuánto cobra un mentalista? ¿Tienen IVA sus facturas? ¿Te regalan el título en las etiquetas de anís El mono? ¿Por qué aunque pueden acertar el Gordo nunca compran el número? ¡Qué dilemas!
Quiero agradecer públicamente a Carlos Santillana los buenos momentos que me ha hecho pasar esta Navidad. Hace honor a su apellido artístico. Nos ha colado un gol de cabeza y por toda la escuadra. Es un crack.

--Oye, que el rejó de la Puerta del Sol ni se ha parado ni ná. ¿Y este chico es de Cáceres capitá?

En Sevilla mis amigos han tenido chirigota conmigo. Pero es que hasta José María Iñigo ha hablado de él en prime time.

--Si vas a parar el reló de la Puerta del Sol en Nochevieja lo último que debes es decirlo.

Creo que nuestro mentalista debería haber ejercido la carrera de medicina que dice haber estudiado en Sevilla. Sería un gran fichaje en la Seguridad Social.

--Se va a tomar usted unas aspirinas y se va a llevar este totem con mi cara para rezarle en casa.

--¿Y si me sigue doliendo?

--Pues le reza mucho más.

Refrán del martes: Para triunfar y ser artista métete a mentalista. ¡Ay, qué gente tan lista!

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