jueves, 28 de diciembre de 2006

QUERIDOS REYES MALOS...

Me gustaría saber a quiénes tenemos que pedir regalos los que hemos sido malos. Porque yo soy malo, pero malo con avaricia. Y voy a dar hoy pública prueba de ello, para que la lean mis Reyes Malos y me concedan presentes acordes con mi comportamiento desviado. Empezaré por denunciar el penoso empleo de algunos adjetivos en artículos periodísticos, por ejemplo: bomba ¿inteligente?, pensamiento ¿único?, prensa ¿rosa?, desarrollo ¿sostenible?, dimisión ¿revocable?, Extremadura ¿funciona?
Continuaré la carta a mis Reyes Malos pidiendo una región más plural donde el amiguismo no sea moneda de cambio.

--Uf, como te metas con los políticos, los Reyes te traerán carbón...
--¿Cabrón? ¿Cabrón quién?

--No, tranqui, Juanjo; car-bón...

Lo siento, no oí bien. Yo me refería al compadreo que parece en ocasiones la seña de identidad con la que se trabaja en esta región. También me quejo de aquellos que te estigmatizan de antiextremeño por denunciar las cosas que se hacen mal, o simplemente por no estar de acuerdo con el borreguismo imperante. La doctrina de el que se mueve no sale en la foto es la peor forma de fascismo, porque el miedo es su caldo de cultivo. Y de ese miedo por disentir con lo institucional hay mucho en estos lares. Bueno, queridos Reyes Malos , en vez de carbón traedme algo de petróleo sin refinar, que me lo llevo a Villafranca a ver qué me dan por allí. Refrán del martes: Por ser tan protestón los Reyes me quitaron la subvención. ¡Es la Santa Inquisición!

No hay comentarios: